jueves, 4 de junio de 2015


Jerónimo Peor no tuvo ningún reparo en nacer. En un íntimo arrebato nació y punto. Y no sería sino con los años cuando vendría a reparar en las causas de aquel acto intempestivo; pero poco le costó convencerse de que a pesar de todo, cada quien nace bajo su propio riesgo y corre por la vida con una muerte a cuestas que, de puro engordar con los años, acaba un día por aplastar a su cabalgadura..
Fernando Contreras Castro. Los Peor, pág. 11.