Una vez el amor llamo a mi
puerta
Pero yo era tan solo un niño,
No alcance el picaporte de la
puerta,
Por más que pegara brincos,
El amor con mucha insistencia
Siguió llamando a mi puerta
Pero nunca supe como abrirle
Y pedirle que se quedara a tomar
el té,
Para cuando fui mayor
Ya había pasado mucho tiempo,
Y el amor no volvió por
Esos caminos pedregosos
Que son la vida,
Así que deje la puerta sin llave,
No volvería a dejar que el
picaporte
Impidiera nuestro encuentro,
Me puse a leer varios libros
A dibujar paisajes
Que me hubiera gustado ver con
mi amor algún día
A mantener la cabeza ocupada,
Ya lo dijo un gran hombre
¨Una mente ocupada no extraña a
nadie¨
Y sin embargo cada noche
Me desvelaba pensado
En que estaría haciendo el amor
de mi vida
Si se sentiría más cómoda
Cruzando por otras puertas
De otras casas
Más antiguas que la mía.
Los años pasaban
Y la espera se me iba de
las manos
Así que decidí desmontar la
puerta
Y dejar solo el feo marco
Así cual quiera podría entrar,
Ya fuese viajero, puta, o animal herido,
Encontraría refugio en mi
pequeña casa de naipes,
Fue una mala idea
Lo admito
Pero no me arrepiento del todo,
Me topé con muchos locos como yo
Una incluso me llego a decir
Que nunca me dijera loco a mí
mismo
Como insulto, era demasiado joven
Para entenderlo…
Pero una noche de invierno
Con olor a verano,
Alguien entro sin anunciarse
Y dejo mi casa desordenada
Mis libros por el piso…
Incluso quemo varios de mis
poemas,
Desde entonces cerré la puerta.
Por nada del mundo dejaría
Que alguien más cruzase
Ya fuera, mendigo, puta o animal
herido,
En ese lugar solo estaba yo,
Con mis pensamientos,
Con mi discapacidad emocional.
Para cuando fui aún más mayor
Y me asome a la ventana
Me pregunte por última vez
Si algún día el amor
Volvería a tocar a mi puerta,
Al cabo de un tiempo
Siendo consciente de que
No disponía mucho de él,
Del maldito tiempo,
Pues me pase la mayor parte de
la vida
Esperando a quien nunca regreso,
Decidí abrir la puerta y
marcharme
Llene la mochila de recuerdos
Todos mis libros favoritos,
Mi guitarra y mi sombrero,
Cruce el marco de la puerta
Sentí los rayos de sol
Dándole energía a mi desgastado
ser
Vi el paisaje que tenía delante
Y sin rumbo fijo empecé a caminar
Sin la intención de encontrar al
amor
Y como si fuera el último
capricho de aquel niño
Que no logro abrirle la puerta
al amor a tiempo
Deje una nota antes de irme en
la mesa del comedor
¨Ahora espérame tú ¨